Si estás pasando por momentos de transición en tu vida, cambios profundos o se despierta el anhelo de una conexión auténtica contigo misma, has llegado al lugar correcto. Y es que atrás quedaron los días donde estos procesos son vividos en la soledad de nuestros pensamientos, sino que cada vez más las mujeres abren nuevos espacios para hacerlo en comunidad y compañía de otras mujeres.
De esto se tratan los círculos de mujeres, los cuales buscan provocar una transformación personal y social dentro de un contexto donde no hay formas jerárquicas o verticales de relacionarnos, sino donde todas las voces e historias tienen la misma importancia.
El círculo acompaña ese viaje de introspección y te permite sentir la fuerza y el apoyo del grupo, creando una conexión íntima entre cada una de las asistentes.
Si aún no participas en un círculo de mujeres, te dejamos algunas razones del por qué deberías sumarte a uno.
- Podrás mirar hacia dentro.
Imagínate disponer de un tiempo sin apuros para voltear tu mirada hacia dentro y conectar con lo que realmente estamos sintiendo y necesitando. No hay negación de emociones ni excusas para reprimirlas, sino que al participar en un círculo de mujeres te permitirás mirar sin máscaras, ni obligaciones ni cargas tus luces y sombras (y también las experiencias de otras).
2. Tendrás un espacio de confianza
En un círculo de mujeres puedes abrirte a las demás en áreas que quizás nunca habías compartido o habías silenciado por miedo al prejuicio. Te sentirás reconocida y aceptada en el momento de decir tu verdad. Esto provoca una sensación de riqueza colectiva porque puedes reconocer cómo tu historia se refleja en la de otras, más allá de la edad, la cultura o estilo de vida. Para muchas es compartir la vivencia de ser mujer. Podrás sentirte segura de ser tú misma.
3. Expresa tu sentir con simbolismos
Si lo tuyo son los gestos simbólicos, los círculos de mujeres pueden ser para ti. Por ejemplo, muchas veces surge de manera espontánea la creación de algún ritual sencillo para honrar y agradecer lo presente: puede ser un acto simbólico de soltar, una canción o una danza. Estos gestos trascienden lo lógico para conectar con el misterio de lo sagrado.
4. No hay jerarquías, sí facilitadoras.
Algo que se celebra muchísimo es la misma metáfora del círculo: no hay líderes ni jerarquías, sólo es un fluir entre todas las mujeres presentes. Sin embargo, cada vez son más las que se sienten
atraídas a co-crear estos espacios para que cada persona encuentre su propia voz. A ellas se les llama facilitadoras, quienes guían y apoyan a las mujeres para que cada una pueda experimentar la profundidad y la conexión con ellas mismas y el resto del grupo.
5.Cultivan el cuidado y la interconexión entre mujeres.
En una sociedad donde la competencia, la represión de las emociones y la violencia son grandes motores en el comportamiento humano, los círculos de mujeres buscan expandir el conocimiento y el valor de cultivar el cuidado y la conexión entre mujeres para unir dos procesos de transformación muy potentes: el cambio social y el recordatorio de lo sagrado de la vida.
¿Te motivarías a participar en un círculo de mujeres? ¿Has participado en alguno? ¡Cuéntanos tus experiencias de comunidad y conexión con otras mujeres en los comentarios!
Si te interesa aquí tienes una alternativa: CÍRCULOS DE MUJERES (revoluciondelamor.blog)